

El cupressocyparis leylandii, se caracteriza por su gran capacidad de crecimiento, muy tupido y resistente, por ello se utiliza para hacer cerramientos naturales, para tapar vallas, fincas o separar zonas dentro de una misma parcela.
Es un arbusto de hoja perenne, aguanta bien a pleno sol y en las zonas de semisombra, disminuyendo el riego.
Tolera bien el frío y las heladas.
Es de crecimiento rápido, pudiendo llegar a medir hasta 20 metros en condiciones óptimas
Marco de plantación entre 70 cm y 1 metro de separación entre uno y otro para un correcto desarrollo.
Altura aproximada sobre 0'20/0'30 cm, maceta de 0'5 litros
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Una vez recibido el árbol, si se quisiera plantar en el suelo, lo recomendable es hacer un hoyo el doble de profundo y de ancho que la maceta.
Si el suelo no drena bien, habría que esparcir una capa de piedras en el fondo del hoyo antes de poner el árbol.
Una vez preparado el hoyo, se le quita la maceta con cuidado de no dañar la raíz y se introduce el cepellón en el hoyo, y se tapa con la tierra que hemos sacado anteriormente.
Para finalizar, dar un buen riego, con agua a mínima presión, para que filtre lentamente en el terreno y se adhiera la tierra nueva a las raíces.
Se puede trasplantar a otra maceta más grande, en vez de en suelo, siguiendo las indicaciones anteriores y teniendo en cuenta que, la maceta nueva, debe ser como máximo el doble de grande de la que tiene en el momento de recibir la planta, para favorecer el buen enraizado en su nueva localización.