CONSEJOS DE PLANTACIÓN:
Una vez recibido el árbol, si se quisiera plantar en el suelo, lo recomendable es hacer un hoyo el doble de profundo y de ancho que la maceta.
Si el suelo no drena bien, habría que esparcir una capa de piedras en el fondo del hoyo antes de poner el árbol.
Una vez preparado el hoyo, se le quita la maceta con cuidado de no dañar la raíz, o si va a raíz desnuda, se desenvuelve con cuidado, si tuviese alguna raíz dañada o rota se le da un corte limpio y se introduce el árbol hasta el injerto (si la zona es muy húmeda y cálida el injerto es mejor dejarlo por encima de la tierra, y si es una zona, fría, seca y/o ventosa es recomendable que quede enterrado) y se tapa con la tierra que hemos sacado anteriormente del hoyo.
Si la tierra fuera muy arcillosa o de mala calidad, es recomendable hacer el hoyo algo más grande y mezclar la tierra que saquemos con substrato universal para plantas, para facilitar el enraizado.
NUNCA ESPACIR ABONO EN EL FONDO DEL HOYO, NI ABONAR NADA MÁS PLANTARLO. Sólo se abona en primavera y verano y con cautela, ya que puede quemar la raíz.
Para finalizar, dar un buen riego, con agua a mínima presión, para que filtre lentamente en el terreno y la tierra se compacte de manera natural.
NUNCA APRETAR LA TIERRA CON EL PIE O DE MANERA MECÁNICA, ya que si la tierra se compacta mucho las raíces no podrán crecer debidamente.
Es recomendable podarlo después de plantarlo, para quitar exceso de madera y que no le cueste tanto enraizar en su nueva localización.
Se puede trasplantar a otra maceta más grande, en vez de en suelo, siguiendo las indicaciones anteriores y teniendo en cuenta que, la maceta nueva, debe ser como máximo el doble de grande de la que tiene en el momento de recibir la planta para favorecer el buen enraizado en su nueva localización. Y los frutales a raíz desnuda en una maceta de entre 10 y 20 litros sería la mejor opción.